martes, 10 de mayo de 2011

ATAQUE A UN PIÉ

                                                                                      Sean Madden 

     “Yo estaba feliz de ver que Petticord se graduara así no la tendríamos que ver más  volando por detrás vapuleándonos con ataques a un pié, pero Cunningham es la mejor que yo haya visto jamás. Como les enseñas a hacerlo tan bien?” En anos recientes, he escuchado esta pregunta más de una vez. La respuesta fácil es que Lisa Petticord y Kelley Cunningham, ambas jugadoras del ano en la Conferencia de la Costa Oeste y medallistas del Festival Olímpico de EE.UU., son tremendas, atletas trabajadoras quienes naturalmente le deben el ataque a un pié a sus fuertes antecedentes en el Basquetbol. La verdad es, sin embargo, que yo he desarrollado algunas guías específicas para enseñar esta técnica basado en varios anos de experimentación y una cuidadosa observación de estas dos grandes atacantes a un pié de Gonzaga en acción.

     Mientras que el ataque a un pié se ha vuelto frecuente en el mundo del voleibol femenino y muy despacio está haciendo su ingreso en el juego masculino, se ha escrito muy poco de la mecánica apropiada y los conceptos involucrados para profundizar su potencial. Como un comienzo, este debate se centrará en enseñar el ataque a un pié como una técnica individual.

     Con el propósito de simplificar las referencias, cualquier ataque realizado despegando del piso a un pié aquí será referido como “desliz”. Correspondientemente, cualquier ataque ejecutado desde un despegue de dos pies será referido como “tradicional”. Mientras que la mayoría de los entrenadores han usado el desliz por detrás, donde el atleta se está moviendo en la misma dirección que la pelota, el debate incluye el poco común desliz delantero, donde el atleta está moviéndose hacia un armado globo bajo. Los principios de la ejecución son esencialmente los mismos, aunque algunos elementos en particular del desliz delantero también serán tratados.


GUÍAS FUNDAMENTALES PARA EL ATAQUE DESLIZ

     Hay cinco guías que son fundamentales para todos los ataques desliz y la cual varía en técnica de los ataques tradicionales. Esto debería ser claramente explicado y demostrado a los atletas al comienzo del proceso de aprendizaje.

·       Guía 1 - El atacante debería estar moviéndose paralelo al vuelo del armado en el momento del despegue. En el caso de un armado perfecto, esto significa que el jugador está corriendo paralelo a la red mientras ella apoya su paso final y salta (fig., 1). Estas variaciones significantes con respecto a la aproximación tradicional, la cual lleva al atleta hacia la red en un ángulo de un 60 % (fig., 2). Para poder lograr esta posición paralela, el atacante debe torcer su inicio de aproximación hacia la red, luego doblar hacia la línea lateral. Muchos atletas tienen un impulso natural para girar en la dirección opuesta, comenzando hacia la línea lateral, luego doblando hacia la red (fig., 3). Esto invalida su habilidad para alcanzar la pelota y generar potencia a través del giro de su cuerpo como se explica en las guías 3 y 4.

·       Guía 2 - El atleta debe acelerar al ingresar y a través del despegue. Distinto a las aproximaciones tradicionales la cual enfatiza la transferencia de la velocidad de desplazamiento en fuerza en altura a través de un concepto de quiebre, la aproximación del desliz no involucra esfuerzo para detener el movimiento hacia delante. El jugador simplemente se eleva mientras vuela hacia delante, muy similar a un saltador en largo.

·       Guía 3 - El atacante debe alcanzar la pelota. Distinto a una aproximación tradicional,  donde el atleta intercepta la pelota con un patrón de aproximación a la intersección, en un desliz es importante que la jugadora genere suficiente aceleración en su aproximación que ella se está moviendo más rápido que el armado y puede volar para alcanzarla a lo largo de su línea paralela. Esto significa que el punto de despegue debería estar al menos 1 metro antes del punto de ataque, dependiendo la distancia exacta del alcance de vuelo de cada atleta en particular (fig., 4).

·       Guía 4 - La atacante debe rotar su cuerpo en dirección al giro mientras ella está saltando y volando hacia la pelota. Mientras que una aproximación tradicional permite un giro del cuerpo de aproximadamente 45 grados iniciado en la cadera para generar potencia (fig., 5), el desliz permite un giro de 90 grados iniciado con un impulso de rodilla y la cadera, a la cual se le debe sumar una cantidad de potencia significativa debido a la terminación del brazo de ataque (fig., 6).

·       Guía 5 - El atacante debe abrir una ventana de oportunidad de ataque que sea al menos de 2 pies de ancho y preferentemente de 1 metro completo (una zona de ataque en un sistema de 9 zonas). A medida que la pelota ingresa en la ventana, el atacante quiere tener la habilidad de alcanzarla simultáneamente con una sólida volea. A medida que la pelota flota a través de la ventana, el jugador, que se esta desplazando más rápido que la pelota, quiere pasarla inexorablemente y tener la habilidad de atacarla en cualquier punto de la ventana (fig., 7). Este efecto de la ventana amplia es la mayor ventaja del desliz sobre los ataques tradicionales: En vez de presentar un punto de ataque en el cual el bloqueo se puede armar, el desliz abre un campo de ataque que claramente invalida la efectividad de un estrecho bloqueo individual y aún disminuye el valor de un sólido doble bloqueo. Mientras que un ataque tradicional requiere que el atacante corte la pelota alrededor del bloqueo en una dirección u otra con un giro del brazo y/o pliegue del cuerpo, un ataque desliz le permite al atleta vencer al bloqueo simplemente atacando la pelota antes que en la ventana aparezca el bloqueo, esperando una fracción de segundo hasta que el atleta y la pelota floten hasta un punto en la ventana donde se presente una veta, o esperando otro poco hasta que el atleta y la pelota alcancen el fin de la ventana pasando el bloqueo. Para maximizar la ventana, es esencial que el atleta perfeccione el tiempo y el espacio.


CONCEPTOS DE TIEMPO Y ESPACIO

     Uno de los entendimientos más importantes que un entrenador y el jugador deben tener en pos de desarrollar grandes habilidades de ataque es que tiempo y espacio son dos variables definidas. La importancia de este conocimiento es acentuado en el caso del ataque desliz. Siempre muy a menudo, un entrenador corrige o un atacante ajusta las variables temporo espaciales como si estas fuesen una e iguales. Por ejemplo, un jugador puede constantemente ubicarse debajo de la pelota en una aproximación tradicional y el entrenador le dice, “Tu entras antes” o el jugador piensa que necesita esperar para no pasarse de largo. Para corregir lo que es claramente un problema de espacio, el jugador entonces ajusta su tiempo dilatando el comienzo de su aproximación, lo cual le provoca ubicarse lejos detrás de la pelota debido a que es apurada y corta pasos para intentar llegar en tiempo. La retroalimentación correcta para este frecuente problema es, “Tu tiempo es perfecto; ajusta tu espacio para despegar más lejos de la red y mantenerte detrás de la pelota.”

     En el caso de ataques desliz, la mayoría de los jugadores tienden a realizar errores espaciales que le causan a ellos estar delante de la pelota por lo que tienen que frenarse en vez de acelerar para y a través de su despegue. Este error común cierra esencialmente la ventana de ataque a una abertura estrecha, la cual es fácil de leer para el bloqueo. Los jugadores también tienden a tomar una línea paralela demasiado cercana a la línea de vuelo de la pelota, lo cual limita la habilidad de generar potencia a través de la rotación del cuerpo y usar su visión para observar el bloqueo. En general, si se cumple estrictamente con el espacio adecuado, los problemas de tiempo pueden ser solucionados fácilmente.

     El espacio adecuado comienza con la aproximación del atacante en una línea paralela a la trayectoria del armado y a 2-4 pies de separación de la pelota. Esto le da espacio al cuerpo para rotar sobre un eje del lado del cuerpo donde se ubica el brazo que no ataca y para el contacto del brazo atacante con la pelota se produzca frente al cuerpo.

     El elemento más importante del espacio es que el pié de despegue se plante a 3 - 5 pies ( zonas 1 - 1,5 en un sistema de 9 zonas) del comienzo de la ventana de ataque. Esto le otorga al atleta un amplio espacio para acelerar hacia la pelota a medida que se eleva en el salto. A medida que el jugador se eleva, esta desplazándose más rápido que la pelota, entonces es  común que naturalmente desacelere a una velocidad aproximada al de la pelota a medida que deja la ventana de ataque (con suerte luego de que la pelota haya partido hacia el suelo contrario).

     A través de anos de observación y experimentación, hemos desarrollado algunas claves muy claras para cortar el tiempo para los ataques desliz. Estas claves en el contacto del armador con la pelota y pueden necesitar ser ajustadas muy poco dependiendo en la velocidad con la que el armador libera la pelota y la velocidad del atacante de turno, pero estas parecen mantenerse bastante constantes. Para un armado de primer tiempo (una pelota que se eleva a 1-2 pies por sobre la red), el atacante debería estar cruzando su pié izquierdo pasando la pierna derecha yendo hacia su último paso de aproximación mientras que la pelota toca las manos del armador (fig., 8). Para un armado de segundo tiempo (una pelota que se eleva a 3-4 pies de la red), el atacante debería estar cruzando su pié derecho pasando la pierna izquierda yendo del segundo al último paso de la aproximación (fig., 9). Nosotros no planeamos atacar pelotas de tercer tiempo a un pié, debido a que la trayectoria descendente de la pelota invalida el concepto de la ventana tratado anteriormente.

     La clave para entrenar tiempo y espacio en ataques desliz es llevar al atleta al espacio para que se tenga que encontrar con la pelota y en tiempo una aproximación acelerada para que la alcance. Es esencial que el entrenador y el atleta aprendan a distinguir entre estar demasiado lejos y estar temprano como así también en no estar lo suficientemente lejos y estar tarde. Lo mejor es chequear las perspectivas del atleta preguntándoles si su problema es de tiempo o espacio luego de cada contacto equivocado. Es esencial que ellos aprendan a distinguir la causa real de la falla por si mismos.


MANEJANDO LAS VARIABLES DEL PASE

     Mientras que un ataque desliz efectivo demanda precisión en el pase con pelotas dirigidas a zonas determinadas de la red, es posible entrenar a los atacantes a ajustar efectivamente pases fuera del sistema y aún así atacar el desliz.

     El primer ajuste que hay que entrenar es lo que el atacante debe hacer cuando el armador es separado de la red por el pase. La clave aquí es que la aproximación del desliz es paralela a la trayectoria de la pelota, y no a la red. Consecuentemente, el atacante debe separarse de la red más allá de lo que el armador es separado y comenzar la carrera de aproximación desde ahí (fig., 10). Esto le permite tener el mismo tiempo y espacio en relación a la pelota como siempre, lo cual debería permitir una buena volea. El sacrificio más grande es que el atacante no puede rotar mucho el cuerpo en el momento del golpe debido a que ya esta enfrentando a la red en algún grado; el poder de ataque tiende a decrecer. Una segunda limitación es que la distancia entre la pelota y la red ni bien comenzada la ventana restringe la habilidad del atacante de ponerle fin a la pelota atacándola hacia abajo. En general, el ataque seguirá funcionando si el armado y la aproximación se desplazan hacia la red en un ángulo no mayor a los 45 grados. Si la posición del armador dictamina un ángulo más cerrado, entonces el atacante debería abrirse a una zona más lejana al armador o éste debería armar a una diferente opción de ataque.

     El segundo ajuste a entrenar es lo que el atacante debería hacer cuando el armador es llevado hacia adelante a lo largo de la red (pos. 4) y el armado se designa que vaya a una zona y no que se mueva con el armador. Si el armador está tan adelante que la pelota se trasladará más de 10 pies, es casi imposible para el atacante mantenerse detrás de la pelota todo el tiempo y luego alcanzarla. En este caso, el atacante debe ser instruido de separarse de la red a la línea de los tres metros aproximadamente a 6 pies a la izquierda del punto de despegue en relación a la red. Entonces, a medida que la pelota es armada, el jugador debería estar moviéndose hacia adelante con el tiempo normal y torciendo la aproximación para realizarla junto a la trayectoria de la pelota; esta comenzará a desacelerar  a medida que el atleta acelera en el paso final, permitiéndole alcanzar la pelota al final (fig., 11). Este movimiento es similar al ingreso de un automóvil a una autopista haciendo una curva gradual a la derecha y acelerando en una línea paralela donde el tráfico que pasa inicialmente se mueve más rápido; eventualmente, puede acelerar para alcanzar ese tráfico.

     El ajuste final a entrenar es lo que el atacante debe hacer cuando el armador es llevado hacia atrás en la zona de ataque tanto que el armado irá prácticamente para arriba y hacia abajo derecho. En este caso, el atacante debería simplemente mantener el mismo tiempo y espacio como siempre relativo a la pelota en su punto atacable y anticipar que el bloqueo estará mejor capacitado para ubicarse con respecto a la pelota, exigiendo ángulos de ataque más cerrados o cambiarle la velocidad al golpe. Mientras la pelota debe ser atacada desde el medio de la ventana, el atacante puede usar la posición de vuelo de su cuerpo para atacar la pelota temprano mientras está ingresando a la ventana o tarde mientras está saliendo para crear ángulos alrededor del bloqueo.


MANEJANDO VARIABLES DE ARMADO

     Grandes atacantes de desliz serán capaces de manejar una variedad de errores de armado sin cometer errores de ataque. Una ventaja de los ataques desliz es que los armados imprecisos deberían ser menos perjudiciales que los armados rápidos tradicionales si el atacante está manteniendo el espacio y tiempo apropiado. Esto es verdad porque la pelota, sin importar el error de armado involucrado, siempre estará frente al atacante donde este puede verla claramente y hacer los ajustes de último momento mientras la alcanza.

     En el caso de un armado bajo, el atacante querrá contactar la pelota temprano en la ventana con un golpe de empuje en o alrededor del bloqueo o un afloje rápido a la olla del campo contrario. Es importante que la línea de aproximación del atacante esté lo suficientemente lejos de la línea del armado para permitir espacio para alcanzar y completar estos golpes.  En el caso de un armado alto, el atacante querrá desacelerar levemente en el último paso de la aproximación en pos de demorar el despegue y permitirle a la pelota descender a una altura atacable. El atacante deberá evadir la tentación de enterrar esta pelota, ya que el salto y el alcance habrán sido disminuidos por la desaceleración y el riesgo de dejarla en la red se agrandará.

     Si el armador no empuja el armado lo suficientemente lejos, el atacante debería intentar saltar más alto mientras que se planta para ajustar la ventana de nuevo a la pelota. Si el armador empuja el armado demasiado lejos, el atacante debería intentar lo más lejos posible sin importar lograr altura, tratando de alcanzar la pelota y de última jugarla con un munequeo.

     Cuando la trayectoria del armado esta muy cerca a la red, el atacante debe ajustar el salto para controlar el movimiento hacia la red y buscar un recurso o la oportunidad de un golpe limpio. Cuando el armado se distancia demasiado de la red, el atacante debe limitar la rotación del cuerpo para mantener el hombro de ataque  lejos de la red y atacar la pelota cruzando el brazo por delante del cuerpo para crear un golpe alto y plano hacia los ángulos del campo contrario.

     Entrenando atacantes de desliz, es importante enfatizar que ellos deben confiar en que su armador hará un armado perfecto. Anticipar malos armados conduce a aproximaciones no dinámicas, ajustes de tiempo y espacio incorrectos y otras fallas, las cuales destruyen la efectividad del desliz como arma. Por otro lado, es importante crear durante el entrenamiento malas situaciones de armado que obliguen al atacante a hacer los ajustes mencionados anteriormente a último momento y mantener la pelota en juego. Pasado el tiempo, tales ajustes se transformarán en segunda naturaleza y a menudo resultan en ataques altamente efectivos e impredecibles que suman. Cuando un armador sabe que puede confiar en el atacante para liberarlo, está más propenso a tirarle el desliz en cualquier momento.


ASPECTOS SINGULARES DEL DESLIZ  FRONTAL

     El desliz le da al atacante una ventaja sobre el bloqueo debido a que incorpora el movimiento lateral a lo largo de la red, lo cual hace muy difícil la correcta ubicación del bloqueo. Como originalmente se conceptualizó, el desliz es un ataque por detrás donde la pelota y el atacante se trasladan en la misma dirección a muy pequeñas diferencias de velocidades a través de una ventana de ataque. Muchos equipos tienen limitado el uso del desliz en una misma dirección de movimiento lateral. En Gonzaga, nosotros hemos tenido mucha suerte incorporando deslices frontales donde la pelota y el atacante se mueven en direcciones exactamente opuestas. La ventaja original del movimiento lateral aún existe y la ventana de ataque en realidad se agranda en el caso de los deslices frontales, aunque las dificultades de tiempo y espacio son mayores.

     Las guías fundamentales para el ataque desliz son esencialmente las mismas para el desliz por detrás como para el frontal. El concepto de alcanzar la pelota se pierde debido a que el atacante y la pelota se garantizan el cruce en el aire, pero la necesidad para el atacante de acelerar y volar hacia delante se mantiene como la clave para crear una amplia ventana de ataque. La ventana de ataque se mantiene en la misma posición relativa al punto de despegue del atacante, pero mientras el atacante está entrando por un lado la pelota lo hace por el otro. Así el jugador puede atacar la pelota en cualquier punto de la ventana debido a que el jugador y la pelota se cruzan más rápidamente, la diferencia de tiempo entre temprano y tarde pasa a ser minúscula. Consecuentemente, el desliz frontal requiere una lectura más rápida del bloqueo y una acción del brazo más rápida por parte del atacante. El desliz frontal se vuelve problemático cuando la pelota se traslada tan rápido que no se suspende en la ventana y el atacante que viene volando rápido puede girar y pegarle, así los armados de primeros tiempos pueden ser concretados únicamente a un par de zonas del armador, mientras que los armados de segundos tiempos, los cuales se trasladan más despacio, pueden ser concretados a varias zonas por delante del armador.

     Debido a que es imposible para el atacante seguir una línea paralela a la pelota cuando el armador está separado de la red (esto requeriría una aproximación  desde el otro lado de la red), el atacante del desliz frontal siempre realiza una aproximación paralela a la red, sin importar hacia donde sea llevado el armador por el pase. Por que el armador está siempre visible en el frente, tampoco hay necesidad de ajustar la aproximación si este es llevado hacia atrás o adelante. Así, la aproximación para un desliz delantero realmente presenta menos problemas de ajustes que aquellos para el desliz detrás.

     Los ajustes para armados imprecisos son los mismos para los deslices frontales que los deslices por atrás; con estas dos excepciones: Cuando la pelota es armada demasiado adelante, el atacante debería hacer el mismo ajuste como para una pelota que no ha sido armada lo suficientemente lejos en un desliz atrás; y cuando la no es armada lo suficientemente lejos para adelante, el atacante debería hacer el mismo ajuste como para la pelota que ha sido armada demasiado lejos para el desliz atrás.


RESUMEN

Ejecutar el desliz requiere un gran pase, excelente coordinación entre armador y atacante, atletas rápidos y explosivos y un largo tiempo de entrenamiento, pero las recompensas son enormes. Cualquier atacante que naturalmente salte en una pierna y logre saltar tan o más alto que con ambas piernas será una mejor arma si es entrenado para atacar desliz siguiendo las guías descriptas anteriormente.

Sean Madden es el entrenador principal del equipo de voleibol femenino de la Universidad Gonzaga y es  candidato a entrenador nivel 3  de Voleibol de EE.UU.

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