martes, 10 de mayo de 2011

ENTRENAMIENTO TIPO JUEGO

                                        (Rick Swan, entrenador de Colorado College)

                Hace poco recibí un e-mail de un alumno al que le acababan de pedir ser entrenador de un equipo de voleibol en el instituto donde él estaba enseñando. Con su limitado historial en voleibol (algunas participaciones en ligas recreativas aquí y allá) él vino a mí en busca de ayuda en lo que era su primer año como entrenador.

                Reflexionando sobre mis primeros años como entrenador, pensé sobre lo que sabía entonces y lo que he aprendido a través de los años, y en cómo podría ayudarle mejor a maximizar la primera sesión. La primera cosa que me vino a la mente fue, sin duda alguna, la mayor influencia en mi carrera deportiva de lejos y la que ha ayudado a  formar mi filosofía, cuando yo aprendí sobre el “entrenamiento tipo juego”.

                Yo había estado entrenando voleibol a nivel de institutos varios años y yo sabía bastante sobre el juego pero aún tenía mucho que aprender. Atendí un fin de semana a un clínica de entrenadores donde uno de los temas era el entrenamiento tipo juego y yo descubrí entonces lo que realmente significa. Incorporarlo en mi rutina requería un cambio total en la manera en cómo nosotros entrenábamos, pero yo estaba muy  intrigado y no podía esperar para introducírselo a mis jugadores. No habría más jugadores esperando de pie en líneas. No más ejercicios repetitivos (aburridos) donde yo golpeaba balón tras balón a los defensores hasta que mi brazo estaba a punto de caerse. No más ejercicios artificiales intentando recrear el juego del voleibol. Si no era entrenamiento tipo juego no íbamos a hacer nada.

                Al principio de los entrenamientos de primavera yo empecé a utilizar el entrenamiento tipo juego en nuestras sesiones. La primera cosa que noté fue que los chicos estaban realmente respondiendo a los nuevos ejercicios. Ellos estaban trabajando duro, y al mismo tiempo, se estaban divirtiendo. Nosotros estábamos entrenando tres días a la semana y justo después de unas pocas semanas de práctica mi entrenador asistente y yo empezamos a mirarnos con incredulidad.. ¿Eran éstos los mismos chicos que hacía pocas semanas no tenían apenas control de balón?. No podíamos creernos la mejora que estábamos viendo. En tan sólo unas pocas semanas nuestros jugadores estaban aprendiendo y mejorando más rápido que nunca. Estaban atrapando bolas que habrían caído tres semanas antes y su control de balón, que había sido inexistente, era bueno. Como entrenadores, nosotros estábamos entrenando menos, dejando que los chicos jugaran más y viéndolos a ellos mejorar.

                Nosotros teníamos un montón de jugadores muy verdes con sólo dos que tenían algo de experiencia y con la utilización del entrenamiento tipo juego al final de la temporada aquel otoño ellos ocuparon el cuarto lugar en la clasificación del torneo estatal. El año siguiente, con tan sólo un senior en el equipo, ellos ganaron el primer campeonato estatal en la historia del instituto. Yo siento al día de hoy que, si no hubiera sido por el clínica y por los ajustes a mi filosofía de entrenamiento al incluir el entreno tipo juego, aquellos estudiantes-atletas no serían los campeones que son hoy.

                Así que...¿qué es exactamente el entrenamiento tipo juego?

                El entrenamiento tipo juego es un concepto simple. Los atletas aprenderán cómo jugar a voleibol más rápido y mejor practicando todo el juego en sí, en vez de practicar las habilidades o destrezas en situaciones aisladas.

                Hay mucho más que entrenar que no tan sólo las habilidades o destrezas (pensar, comunicación, leer y reaccionar). La mejor manera de aprender para un atleta es experimentar las habilidades en situaciones de juego ya que existen muchas cosas en el juego del voleibol que no pueden ser recreadas utilizando situaciones artificiales.

                Muchas veces el entrenador empleará ejercicios que no son tipo juego y utilizará situaciones artificiales que resultarán en malos hábitos que necesitarán ser cambiados antes de que la habilidad pueda ser utilizada en competición. Algunos ejemplos de ejercicios artificiales son: 1) pasar balones al colocador desde las líneas de ataque; 2) atacar de pie desde una caja; 3) un entrenador de pie en la pista atacando balones a un grupo de defensores; y 4) atacar la pelota contra la pared. Hay ocasiones en las que estos ejercicios pueden y deber usarse, aunque éstos deberían limitarse a los niveles de iniciación donde el control del balón y la técnica correcta son el centro de trabajo y atención.

                Como entrenador es tu trabajo entrenar y preparar al equipo tanto mentalmente como físicamente antes de ése primer saque de partido. Por ello, el entrenamiento de tu equipo debe prepararles para todos los elementos que se van a encontrar en situaciones de juego actual. Lo más similar que un entrenador consiga hacer sus prácticas a las situaciones de juego, tanto mayores serán sus probabilidades de éxito.

                El éxito en voleibol no se mide por lo bien que los jugadores puedan ejecutar las habilidades individuales en su componente individual. El éxito se mide en función de lo bien que juega el equipo todo el juego del voleibol como una unidad total en un partido de competición.

                Recuerda siempre que el mejor profesor del juego es el juego mismo.

                A continuación hay algunos puntos clave que te ayudarán a hacer tus prácticas más parecidas al tipo juego y, de paso, más efectivas.

si no es entrenamiento tipo juego, ¡no lo hagas!

Haz los ejercicios competitivos – siempre llevando el marcador- con resultados orientativos.

Los ejercicios siempre tienen que tener un objetivo – conseguir 25 pases buenos por ej.

Los ejercicios siempre tienen unas consecuencias –crear situaciones de presión

Cada práctica es diferente –utilizar diferentes habilidades, gestos,...

Enseñar a los jugadores o a los managers o asistentes a llevar los ejercicios, no los entrenadores.

Hazlo interesante y que todo el mundo se implique –no tener a jugadores esperando en filas.

Practicar fuera del sistema –entrenar situaciones caóticas, no sólo situaciones perfectas.

Entrena menos, déjalos jugar más y aprende de la experiencia.

 Nunca menospreciar el poder de la DIVERSIÓN. ¡Hazlo divertido!

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